El profesor de Ingeniería Forestal Juan Picos avisa de que, tras la ola de fuegos, las lluvias pueden provocar "problemas de arrastre" en zonas quemadas
OURENSE, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Este martes el presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, anunciaba la desactivación de la 'situación 2' por incendios en Ourense tras 15 días desde su puesta en marcha, el 12 de agosto. "Afortunadamente, sin bajar la guardia, las cosas mejoraron", señalaba.
Ahora, tras miles de hectáreas calcinadas, con especial voracidad en la provincia de Ourense, uno de los "factores clave" en esa mejora ha sido la humedad. Así lo ha trasladado el profesor de Ingeniería Forestal de la Universidade de Vigo, Juan Picos, en declaraciones a Europa Press.
"La temperatura influye, pero es la humedad lo que hace que una vegetación esté más o menos disponible para arder, probablemente es parte de lo que está ayudando a cambiar un poco la dinámica", explica.
Sin embargo, señala, el descenso de las temperaturas y la esperanza de lluvia esta semana suponen afrontar "un segundo problema": el arrastre de cenizas e, incluso, de terreno.
"Bienvenida sea el agua, pero si ahora empezara a llover copiosamente, tanto las cenizas como la tierra son susceptibles de ser arrastradas a los ríos y generar problemas ecológicos", indica.
Picos explica que la vegetación "cumple un papel básico" en la retención del suelo, de modo que "una vez que esa vegetación se ha quemado", tanto cenizas como terreno pueden ser arrastrados y dar lugar a una "cadena de impactos" como el cambio del ph del agua.
Ahora, incide, "se están haciendo evaluaciones" para llevar a cabo "acciones preparatorias o estabilizadoras" en algunas de las áreas afectadas. "Es inevitable que en las primeras lluvias se arrastre el agua, pero es muy importante localizar aquellas áreas más severamente afectadas para generar estabilizaciones", añade.
Estabilizaciones que pueden desarrollarse, explica, recurriendo a paja, astilla o troncos cruzados. "No se puede hacer en 90.000 o en 100.000 hectáreas, pero si encontramos cuáles son las que están peor, ahí estamos empezando a poder actuar", subraya.
Picos enfatiza que, ahora, la cuestión radica en "evaluar y aprender de esto". "Si de aquí no salimos sabiendo más que antes, habrá sido un sacrificio en balde", ha añadido.
A pesar de que el descenso de las temperaturas ha permitido "aflojar" los "días intensos" de fuego, "esto no ha terminado". "Hemos cambiado desde hace unos días el ritmo, pero tampoco vamos a dar las cosas por cerradas", indica.
"Tenemos que intentar entender bien y entender más cómo evitar que esto vuelva a suceder en esta magnitud", ha recalcado. Señala que la "eficiencia" de los medios, un "buen dispositivo" de extinción, ha permitido "hacerse con la mayor parte de los incendios", y ha recordado que "durante muchos días no tenía esa oportunidad".
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